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domingo, 12 de enero de 2014

ISSEI SAGAWA

CONFESIONES DE UN CANÍBAL


“Cuando me encontré a esta mujer en la calle, me pregunté si podría comerla” Issei Sagawa.


Este japones era de baja estatura, media 1.50 m. Sus manos y pies era pequeños, incluso su voz era de mujer. Había mencionado en algunas entrevistas que era el tipo de hombre que la mayoría de mujeres no encontraría atractivo. Conocedor de su falta de atractivo físico y de su extrema timidez, estaba obsesionado con tener a su lado " a la mujer perfecta".




Issei Sagawa era un estudiante japones inteligente, obsesionado con las mujeres altas de rasgos occidentales. Su fantasía se hizo realidad mientras estudiaba Literatura Inglesa en la Universidad de Wako en Tokio, ahí se relaciono con una mujer alemana que daba clases de idiomas. "Cuando me encontré a esta mujer," dijo después al reportero britanico Peter McGill, "me pregunté si podría comermela". Así fue como en un día de verano, se metió a través de la ventana a su apartamento e intentó matarla. Para su deleite, ella estaba dormida y tenía ropa pequeña que cubría algo de su cuerpo. Buscó algo para apuñalarla o golpearla y descubrió un paraguas. Sin embargo, antes de que pudiera hacer algo, la mujer despertó y lo descubrió, y gritó desesperada provocando la huida del intruso. 




Issei no olvidó esta experiencia, había sido muy fácil estar cerca de una mujer atractiva, y si era más cuidadoso con el ataque, podría hacer realidad su fantasía. Empezó a investigar y vigilar a sus potenciales victimas para planear sus ataques y que no pudieran escapar.



                         



Su fantasía volvió a hacerse realidad cuando viaja a París y encuentra a la mujer que nunca pudo sacar de su mente. Su piel blanca, la forma carnosa de su cuerpo y sus bonitos senos, le habían provocado pérdida de la razón. Esta mujer era Renee Hartevelt. Sagawa creía que el amor que sentía por las mujeres que le gustaban lo podía demostrar comiéndoselas.



Renee Hartevelt


Mientras estudiaba en el Censier Intitute de París en 1981, Sagawa conoció a una mujer alemana, alta, rubia y bonita llamada Renee Hartevelt. Declaró luego que cuando se sentó a su lado en clases, se enamoró inmediantamente y no podía dejar de pensar en la piel blanca de sus brazos. Era la mujer perfecta para lo que tenia en mente, pero debía ser cuidadoso y preparar mejor su plan. Renee tenía 25 años, hablaba tres idiomas y con futuro prominente, su objetivo era un Ph D. en literatura frances. 


Ultima fotografía de Renee 



Sagawa le pidió que le enseñará alemán, su padre era multimillonario y podría pagarle cualquier sueldo. Ella aceptó. Le gustó su inteligencia, su conocimiento de pintura y literatura europea, le escribió cartas de amor, la invitó a conciertos y exposiciones de arte. Sagawa era pequeño, con rasgos femeninos y además cojeaba. Renee salía a menudo con él y con frecuencia lo invitaba a su departamento a tomar el té. Sus continuas salidas a bailes le dieron a Sagawa un sentido más real a sus macabras fantasías. 




Cierto día invito a Renee a cenar a su departamento, le pidió que le leyera un poema de un escritor alemán, después de que ella salió, Sagawa olió y lamió el lugar donde ella se había sentado y juró que se la comería, esto le permitiría poseerla para siempre. A los pocos días, la volvió a invitar a cenar, con su equipo de repoducción grabo la lectura de su poema preferido con la voz de Renne, el 11 de julio de 1981 se preparó para hacer realidad su ultima fantasía. Al llegar a París había comprado un rifle calibre 22 para su protección, hizo sentar en el suelo a Renee al estilo japonés para beber el té, en la bebida mezcló un poco de whisky para volverla más accesible, hablaron durante varias horas esperando a que el licor en el té hiciera efecto. Sagawa declaró su amor a la bella alemana y trató de llevarla a la cama, pero esta lo rechazó y le explico que sólo quería ser su amiga.  






Sagawa se levantó desconcertado y luego le disparó a Renee con su rifle en una parte del cuello, mientras él seguía hablandole, pero ella ya no le respondió. Al principio se asusto al ver la gran cantidad de sangre que fluía de la herida, pero después de calmarse y con gran esfuerzo, desvistió el cadáver y se puso contento porque ella ya no le negaría su amor, ahora le pertenecía a él. Con un cuchillo le cortó el pezón izquierdo y un pedazo de nariz para comerselos. "Yo corté su cadera", escribió luego en su cuento titulado "En la niebla", y se preguntó donde debería morder primero, seleccionó las nalgas pero las encontró difíciles de morder. Describió paso a paso su ritual, la apariencia de grasas, músculos y su sabor. Cuando la grasa sale por los cortes hechos con el cuchillo, la describió de consistencia y apariencia del maíz amarillo, la olió y encontró que no tenia olor. Siguió cortando para encontrar la carne más profunda, puso dos filetes en su boca "su sabor es de un rico pescado crudo similar al sushi, no he comido nada más delicioso", se encontraba feliz de haber cumplido su fantasía.

Platillos hechos con la carne de Renne




Luego de esto, Issei practicó necrofilia con lo que quedo del cuerpo de la chica. Al segundo día metió el cadáver en unas maletas viejas y las arrojó en un lago de un bosque de Bolonia sin que nadie le viera. Pero el lago tenía poca profundidad, y una pareja encontró las maletas días después, y al ver que sobresalía una mano y un pie avisaron a los gendarmes. La policía no tardó en cerrar el círculo de sospechosos del crimen, y cuando se presentaron en casa de Issei, este lo confesó todo con absoluta frialdad. La policía encontró los resto del cuerpo de Renne Hatevelt en el refrigerador del asesino.


Cadáver de Renne Hartevelt




Tras un análisis psicológico fue declarado demente y juzgado como tal, por lo que fue recluido en el hospital psiquiátrico Paul Guiraud de París. Pasados unos meses, Issei contrajo una enfermedad, que no era más que una inflamación intestinal y que es diagnosticada erróneamente por los médicos como una encefalitis avanzada. El veredicto del equipo médico le vaticina unas pocas semanas de vida. El padre de Issei, hombre poderoso y con muchas influencias, consigue que el caníbal moribundo sea trasladado a Tokio, donde fue recluido en una institución psiquiátrica de alta seguridad. El gobierno francés no se opuso al traslado, pues al fin y al cabo, quedándole pocas semanas de vida, lo veían como un simple adelanto del trayecto.
De modo que Issei fue trasladado al hospital Matsuzawa de Tokio. Y como era de esperar, no murió. El caníbal confeso se encuentra en una situación insólita, pues en Japón no tiene ninguna causa pendiente y en Francia se retiraron todas las causas contra él ante su inminente muerte, motivo por el cual fue liberado 34 meses después por las autoridades de su país natal



Issei Sagawa en la actualidad



Sagawa actualmente vive en Tokio como si fuera una pequeña celebridad y frecuentemente aparece como comentarista invitado en programas del medio del espectáculo. También escribe revisiones para restaurantes y en 1992 apareció en la película de Hisayasu Satō llamada Uwakizuma: Chijokuzeme como voyeurista sadosexual. Él admite que todavía tiene fantasías caníbales pero que ya no desea llevarlas a cabo con mujeres occidentales, sin embargo, su preferencia sexual es hacia las mujeres asiáticas, las cuales considera más atractivas.





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